En los próximos años, los coches tendrán fecha de "reciclaje obligatorio"

Escrito el 20/10/2025
APEI Informadores


Las grandes ciudades europeas llevan tiempo intentando frenar la contaminación del tráfico aplicando las famosas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Entre otras cosas, además, está el compromiso de la Unión Europea (UE) de prohibir la venta de vehículos con motor de combustión en 2035, y la prohibición total de su circulación a partir de 2050.

Ahora, Bruselas ha decidido ir un paso más allá. Las nuevas normas medioambientales de la UE ya no se centran solo en limitar el uso de coches antiguos o contaminantes, sino también en transformar cómo se fabrican, se venden y se reciclan los vehículos.

En ese sentido, el pasado 17 de junio de 2025, el Consejo de la Unión Europea aprobó su posición oficial sobre el nuevo Reglamento de Vehículos al Final de su Vida Útil (ELV). Esta norma sustituirá a las directivas actuales y marcará un cambio importante en la industria, obligando a los fabricantes a diseñar coches más fáciles de desmontar, reutilizar y reciclar.

De momento, la propuesta aún debe negociarse con el Parlamento Europeo antes de su aprobación definitiva, algo que se espera para 2026. A partir de entonces, cada Estado miembro tendrá un periodo de adaptación antes de que entre plenamente en vigor, por lo que las primeras obligaciones reales de "reciclaje obligatorio" podrían comenzar a partir de 2031.


Reglamento para transformarla fabricación, venta y reciclaje de vehículos

Entre los puntos más destacados, la norma fija metas obligatorias para el uso de plásticos reciclados en la fabricación de nuevos vehículos. Los fabricantes deberán incorporar al menos un 15% de material reciclado seis años después de la entrada en vigor del reglamento, cifra que aumentará al 25% en un plazo de 10 años.

Pero la medida no se limita a los turismos: también afectará a motos, camiones, furgonetas y vehículos especiales. Bruselas quiere reducir drásticamente los residuos del sector y fomentar una economía circular, en la que el aluminio, el cobre o el acero de los coches viejos se aprovechen en la producción de los nuevos.

Otra novedad importante será la obligación para los vendedores de certificar que los vehículos usados no estén al final de su vida útil antes de su venta, especialmente en plataformas online. El objetivo es acabar con el comercio irregular de coches que deberían ser retirados o reciclados, algo frecuente en el mercado de segunda mano.

Por último, la normativa también endurecerá los controles sobre las exportaciones de vehículos fuera de la Unión Europea. Solo podrán enviarse al extranjero si se demuestra que no serán desguazados en países con normas medioambientales deficientes, un problema que Bruselas considera clave para frenar el tráfico de chatarra automovilística.


Información de: Alex Roig (Mundo Deportivo)