De las balas de Marlaska y la 'navajita plateá' de Maroto, a la bomba-lapa de Sánchez

Escrito el 03/06/2025
APEI Informadores


No es la primera vez que socialistas y comunistas se hacen las víctimas inventando atentados de la derecha contra sus pacíficos líderes. Desde el atentado de Fanny Kaplan contra Lenin, que nunca se investigó pero que justificó la represión del gobierno bolchevique contra los demás partidos, hasta el asesinato de Kirov, que dio cobertura a una salvaje campaña de represión de Stalin, todos los atentados contra los líderes de la izquierda con derecho a quejarse, que es toda, han sido falsos o inventados por ellos, para pasar de falsas víctimas a auténticos e implacables verdugos.

El miliciano Pablo Iglesias en el frente de Madrid

Parodia grotesca de las técnicas de la Komintern, los comunistas de Podemos se han quejado muchas veces sin motivo de la violencia de la derecha cuando eran ellos los sí ejercían una violencia real contra PP y Vox. Y nunca se ha demostrado la argucia tan sobada y tan contraproducente como en las elecciones de la Comunidad de Madrid en 2021, que convocó Ayuso contra todos, PP incluido, el mismo día de la moción de censura en Murcia del PSOE y Ciudadanos. Iglesias se había tenido que disfrazar de miliciano antifascista y presentarse contra Ayuso porque ninguno de los flamantes ministros morados quiso presidir la posible desaparición de su partido de la Asamblea de Madrid que auguraban las encuestas.

E Iglesias montó un número leninista en la SER, con Angelines Barceló como anfitriona, para acusar a Vox de los supuestos atentados contra el Gobierno del que, hasta entonces, había sido vicepresidente, en concreto contra Marlaska, que dijo haber encontrado balas en la antesala de su despacho, atentado más falso que la tesis Cum Fraude de Pedro Sánchez.

 

De Santa Gadea a la manita de la SER

Acaso sin saberlo, porque Pablenin desconoce tanto como aborrece la historia de España, parodiaba los juros de Santa Gadea, en Burgos, en 1072, cuando el Cid hizo jurar al rey Alfonso VI de León que no había tenido participación en el asesinato su hermano Sancho VI de Castilla, en el cerco de Zamora. El rey juró, pero, de inmediato, desterró al Cid, que "con doce de los suyos", marchó al destierro y a la gloria que le esperaba.

Iglesias pretendió antes de empezar el debate que Rocío Monasterio condenara las balas de Marlaska, vamos, como si las hubiera puesto Vox, y tuviera que pedir perdón. Pero en su mejor actuación política, Monasterio dijo que no se creía ni las balas ni nada del Gobierno. Pablenin solemnizó su escándalo y dijo que no podía participar en un acto con esa gente. Quiso hacerle recapacitar Angelines y que no se fuera, se negó el farsante, y cuando la amazona de la radio golpista quiso retenerlo, añadió riéndose: ¡Mira, mira, cómo le coge la manita!

No fue el único montaje electoral de la pandilla de farsantes, ahora sabemos que también ladrones, del gobierno social-comunista. A las balas de Marlaska, del año catapún y que no se podían disparar, se unió el caso de la navaja manchada de sangre que dijo haber recibido Reyes Maroto, desde entonces, Navajita Plateá. Sucedió en La Sexta, la tele golpista en la que, hace ahora siete años justos, el prevaricador juez Garzón explicó la supuesta sentencia contra la corrupción del PP limitándose a la morcilla colada por el juez de Prada, su gran amigo, que luego fue considerada injustificada e ilegal por el Supremo. Para entonces, ya había presentado Ábalos la moción de censura urdida por Margarita Robles para que el inmaculado Pedro Sánchez acabara definitivamente con la corrupción.

Por aquella estafa judicial había llegado Pablenin a vicepresidente del Gobierno, era Marlaska ministro del Interior y era ministra de industria Reyes Maroto, la que ahora llama asesina a Ayuso, pero está enfangada en el caso Hidrocarburos. Para no dejar solo ante el peligro a Marlaska, quiso denunciar en el programa de gorilas en la Niebla, otro atentado similar, que demostraba cómo se jugaban la vida los heroicos ministros de Sánchez.

El problema era que la navaja era navajita, un minúsculo Recuerdo de El Escorial, que un loco de la localidad que tenía trato con los marcianos mandaba con su nombre y dirección a diversos personajes públicos. O sea, que, de atentado, nada; de arma, menos; y ocultación, del todo inexistente. Pero nada arredra a la izquierda militante, así que se presentó ante Ferreras con un doble folio que representaba la navaja, varias veces ampliada, para que vieran el peligro corrido, aunque añadió que ya había llamado a su hijo al colegio para decirle que estaba bien. O sea, para asustarlo


La Sexta reconoce que ha metido la pata, ¿y los ministros de Sánchez? 

Ferreras era y es el primer denunciante de la terrible violencia de la Derecha, que sólo sirve, pero no es poco, para encubrir la de la Izquierda. Y, naturalmente, no le preguntó a la víctima por el tamaño de la navaja, si se había cortado, si la había atendido el Samur, en fin, lo propio cuando de un atentado se trata. Era sólo una puesta en escena esperpéntica, pero en La Sexta estaba junto al King Kong de Sánchez, la también ministraYolanda Díaz, que fingió desmayarse esparciendo sus rizos sobre la mesa. Isabel González la bautizó Yoli Tenacillas, y yo a Maroto Navajita Plateá, en memoria de ese grupo y su extraordinaria "Noches de bohemia e ilusión".

De nuevo ha sido La Sexta, casualidades de la vida, nunca casuales, la que ha denunciado la preparación de un atentado con bomba-lapa contra Pedro Sánchz, detectado en la grabación de un ex-policía contratado cómo no, por Isabel Díaz Ayuso. Ni a la cadena, ni a los ministros de Sánchez que de inmediato denunciaron la atroz intentona se les ocurrió comprobar si era cierta la filtración, y se lanzaron como locos a denunciar la violencia y tal, como en las balas de Marlaska que el ministro se ha negado a investigar. Y cuando ya estaban en X Marichusma, Pili Juerga y el Insufi Oscar López, denunciando a la crudelísima presidenta de Madrid, zas, va un señor de La Sexta, responsable de la información, y dice que todo ha sido un error, que la grabación recogía al policía diciéndole al otro que un día Sánchez les iba a poner a ellos una bomba-lapa, como las de la ETA, hoy tan del Gobierno.

Pero calumnia, que algo queda. Buena parte de los comulgantes con las ruedas del molino sanchista, en vez de avergonzarse de este espantoso ridículo, dirán en que, si no ha sido en ese caso, seguro que están pensando algo parecido para el futuro, porque la Derecha es incapaz de soportar los éxitos de un gobierno progresista. Y el argumento utilizado será el error involuntario de la televisión más rigurosa del mundo, según NewTrola. Esperemos al próximo atentado de la Derecha que perpetrará la Izquierda.

¿La prueba? Apuesto a que ninguno de los que se han hecho eco de la trola de La Sexta piden disculpas a Ayuso. Señal de que repetirán.


Texto de. Federico Jiménez Losantos (Libertad Digital)