Luka Modric alza el trofeo de la Copa Intercontinental 2024 AFP
El Real Madrid se proclama campeón del mundo después de imponerse, con más claridad en el resultado que sobre el césped -más aun en la primera parte-, por 3 - 0 a un voluntarioso Pachuca incapaz de capitalizar los errores en la salida de balón del campeón de Europa. Vinicius, el mejor del partido, cerró la goleada desde el punto de penalti para cerrar una gran actuación repleta de desbordes constantes para estrenar su 'The Best'. De uno de ellos salió el primero del partido, obra de Mbappé, mientras que Rodrygo dibujó una perfecta parábola para doblar la ventaja inicial desde la frontal.
Pachuca comenzó con la clara intención de demostrar al mundo que no tenía miedo a nada, prueba de ello fue su presión alta que, en un principio, parecía sortear sin problemas el Real Madrid hasta que los fallos en la salida de balón, en botas de Valverde y de Camavinga, comenzaron a generar peligro sofocado, sin excesivas complicaciones, por Thibaut Courtois.
Poco a poco, el Real Madrid fue compaginando esas imprecisiones con el instalarse, cada vez de manera más asidua, en el campo contrario. Fue clave para ello la electricidad constante del recién proclamado ‘The Best’. Vinicius, fiel al estilo juego que le ha llevado a la cima. La gran amenaza siempre llevaba su nombre y, como origen, su eterna banda izquierda.
Desde ahí desbordó hasta pisar área, derribando rivales como si de figuras de papel se tratasen, hasta ver completamente solo a Mbappé y regalarle su segundo gol en una final con el Real Madrid. El cabreo de Ancelotti, visible casi desde el primer minuto a causa de esas imprecisiones, tornó en calma tras ver adelantarse a su equipo en una primera mitad en la que la lógica del que perdona, paga -Pachuca- se impuso por completo.
La segunda parte comenzó con una obra de arte de Rodrygo, después de hacer trastabillarse a dos defensores de Pachuca con sendos recortes en la media luna del área para cambiarse el balón de perfil y batir a Moreno por su palo largo. La celebración definitiva vino con suspense por la posición adelantada de Bellingham, en la línea de visión del portero con el brasileño, pero, finalmente, el colegiado validó el tanto.
Los pocos resquicios que podía aprovechar, de manera franca, Pachuca llegaban, casi en su totalidad, a través de Salomón Rondón pero siempre con el mismo final: un sempiterno inspirado Courtois o disparos desviados.
Con el Pachuca volcado, Mbappé abandonó el campo junto con Camavinga para dar entrada a Ceballos y Brahim, en busca de pases verticales aprovechando la posición tan adelantada de los mexicanos. Fue ahí cuando comenzaron las conducciones de Bellingham, exuberante en lo físico pero desacertado en los metros finales en la tarde-noche catarí. Esa potencia física no dejó de estar acompañada por la brillantez técnica de un Vinicius, efectivamente, elegido como ‘MVP’ de la final y una de tantas incursiones de Lucas Vázquez, finalmente, terminó en penalti después de que Idrissi chocase su rodilla con la del lateral.
El mejor jugador del año según los electores del premio ‘The Best’ anotó su décimo cuarto gol de la temporada desde el punto de penalti, continuando con su pleno de aciertos con el Real Madrid en los lanzamientos desde los once metros, para ratificar el triunfo del campeón de Europa y, desde esta noche, del mundo.
Si Carlo Ancelotti es, desde ya, el entrenador más laureado en la historia del Real Madrid, con quince trofeos, Modric también lidera la nómina en lo que a jugadores se refiere. La ovación de la grada del Lusail en el minuto 70, al sustituir a Rodrygo, sirvió de preámbulo a la celebración del croata de su trofeo número 28 desde que, en 2012, firmase con el Real Madrid.